LA DEFORESTACIÓN EN MÉXICO
México ha perdido en los últimos 20 años más de 3.67 millones de hectáreas de bosques y selvas; 7% del total existente en el 2000.2 Por ello, hoy somos uno de los países con mayores tasas de deforestación, ocupando el lugar 17 de 230 evaluados. 3 Las principales causas de esta pérdida apuntan al cambio de uso de suelo para dar paso a actividades agrícolas4 y ganaderas, la tala ilegal 5, el turismo, los asentamientos humanos y los incendios forestales.6
Consecuencias graves para todos
La deforestación genera un conjunto de efectos negativos que rompen con el equilibrio ambiental: pérdida y erosión de suelos, menor capacidad para generar, infiltrar y retener agua, pérdida de hábitats y biodiversidad, e incremento en la emisión de gases de efecto invernadero y, con ello, aumento también de la temperatura. Esto es muy grave, no sólo por los efectos que tiene en el planeta,7 sino porque los bosques son gran fuente de alimento, medicinas y combustible; particularmente para habitantes de zonas rurales y de escasos recursos.8
Igualmente, la pérdida de los ecosistemas terrestres promueve la pérdida de la biodiversidad y afecta la disponibilidad y la calidad de las aguas superficiales y subterráneas. Todo lo anterior aumenta la vulnerabilidad ante eventos meteorológicos extremos como las lluvias torrenciales, inundaciones, ventiscas y huracanes, lo que retroalimenta el deterioro y la pérdida de los ecosistemas naturales.9
Políticas y regulaciones en México
Aunque México ha sido precursor en las políticas medio ambientales en Latinoamérica, aún hay mucho por hacer pues falta promover más la educación e interés público por la conservación forestal. De acuerdo con expertos,10 el problema de la deforestación en el país se origina porque la regulación es demasiado compleja de seguir y porque los recursos destinados para monitorear y exigir que se cumpla son insuficientes. Todo esto en un contexto en el que se le da prioridad al beneficio económico en el corto plazo por encima de la sostenibilidad ambiental.
Además, existe una ausencia de planes de manejo y marcos institucionales que protejan a los bosques y promuevan la producción forestal sustentable. Más aún, existen políticas públicas que promueven la deforestación, como lo son los subsidios gubernamentales para el desarrollo de actividades ganaderas, frutícolas o energéticas en áreas forestales.11
Es importante señalar que, durante la Cumbre del Clima de París en 2015, México se comprometió a alcanzar una tasa neta de deforestación cero para 2030, además de ser parte del Desafío de Bonn, un esfuerzo global para restaurar 150 millones de hectáreas de bosques para 2020, y 350 millones de hectáreas para 2030.12
Hasta la administración pasada, el país contaba con instrumentos de política pública para incidir en las problemáticas anteriores con programas como el Programa Nacional Forestal y la Estrategia Nacional para la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (ENAREDD+), así como el programa de pagos por servicios ambientales y programas de aprovechamiento sustentable.13 Sin embargo, en la actual administración, no parece haber continuidad con los programas de conservación de gobiernos anteriores, como el de pago por servicios ambientales, y a dos años de gobierno, no existe todavía claridad en cuanto a la estrategia que se utilizará para atacar esta problemática.
Asimismo, las entidades gubernamentales dedicadas a la conservación y protección de áreas naturales protegidas (CONAMP) sufrieron un recorte del 75% de su presupuesto respecto al año anterior. Esta reducción contrasta con la emergencia ecológica y climática que se vive en muchas áreas de nuestro territorio y que repercute en la calidad de vida de la población a mediano y largo plazo.14 Aunque todavía falta por ver cuál es el presupuesto que se le otorga para el 2021.
¿Qué podemos hacer?
Muchas veces sentimos que al no ser los principales causantes del problema, nuestra participación como ciudadanía no es relevante; sin embargo, esto es falso pues sí podemos ser parte de la solución. Para reducir los problemas que está causando la tala podemos participar en programas de reforestación. Además, podemos hacer presión para que las empresas a las que les consumimos adopten un modelo más sustentable y para que el gobierno aplique las regulaciones y sanciones correspondientes en tema de deforestación y tala ilegal.. ¡El cambio es posible!
Códice.
[1] La deforestación es la pérdida de bosques y selvas debido al impacto de actividades humanas o causas naturales. Greenpeace 2020.
[2] GFW (2020). Global Forest Watch. Mapa interactivo para el monitoreo de bosques en el mundo.
[3] Ibid.
[4] Epecificamente en México se deforesta para plantar cultivos como el aguacate, la palma de aceite, la soya y la caña de azúcar
[5] Se estima qué del total de la deforestación anual en México, el 38% tienen su origen en la tala clandestina. Monroy, Jorge. (2019). Tala ilegal el otro delito silencioso.El Economista.
[6] CONAFOR (2006). Comisión Nacional Forestal.Importancia de los bosques para la mitigación del cambio climático. Curso sobre bosques, cambio climático y REDD+ en México.
[7] La conservación y regeneración de los bosques se plantea como la medida más eficaz para frenar el cambio climático, al secuestrar carbono de la atmósfera y generar oxígeno y lluvia. FAO, 2018
[8] FAO (2018). Organización de Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura. El estado de los bosques en el mundo 2018.
[9] Semarnat (2016). Informe de la Situación del Medio Ambiente en México.
[10] Reforestamos, et al (2018) Presente Sotenible
[11] WRI (2019). World Resources Institute. Valeria López Portillo. Reporta Global Forest Watch máximos en pérdida de cobertura forestal desde 2001.
[12] Ibid.
[13] Semarnat (2016). Informe de la Situación del Medio Ambiente en México.
[14] Semarnat (2019). Llamado a reimpulsar la política ambiental de México.
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