DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO EN MÉXICO (2022)

Todas las personas, incluidas las mujeres y las personas gestantes, tienen dignidad humana, derecho a la salud y a la privacidad. Por lo tanto, elegir cuándo y cuántos hijo/as tener debería ser una decisión libre, autónoma y sin criminalizar. ¿Acaso queda esto sujeto a opinión? En México, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) cree que no. En 2021, en una resolución histórica, decidió que es inconstitucional criminalizar el aborto de manera absoluta.1 Ahora abortar no es un delito, pero qué significa esto, cómo se diferencia de la legalización y qué es lo que sigue, es lo que analizaremos en este artículo.
El aborto, un procedimiento médico en el que la mujer o persona gestante decide terminar un embarazo, ha sido un tema polémico por más de 70 años en México – por un lado están quienes exigen el respeto a los derechos reproductivos de las mujeres y personas gestantes y del otro quienes consideran que el aborto es un tipo de homicidio. Desde 1871 el aborto ha sido parte del código penal federal –no punible bajo ciertos criterios–, en 1936 se propuso por primera vez su despenalización, pero no se logró, en la década de 1970 retomó fuerza la lucha, pero fue hasta 2007 que en la capital del país se legalizó el aborto voluntario.2 Otras entidades federativas siguieron el ejemplo, pero de manera lenta y no generalizada.
Sin embargo, aún en oposición a lo que dicta la ley de cada estado, los abortos han ocurrido, ocurren y seguiran ocurriendo. Con la legalización tenemos la oportunidad de garantizar que sean libres, seguros y gratuitos, ya que los abortos clandestinos ponen en riesgo la vida de miles de mujeres que solo buscan poder tomar las mejores decisiones para llevar y brindar una vida digna. Como sociedad deberíamos reflexionar más sobre este tema, conocer más de él, ser empáticos y estar abiertos a la discusión, para tomar mejores decisiones que nos traigan mayor bienestar a toda la sociedad en conjunto.
¿Qué es la despenalización del aborto y qué implicaciones tiene?
Tan solo en 2021, se abrieron 432 investigaciones en todo México por casos tipificados como delito de aborto. Aproximadamente 200 personas han sido sentenciadas por delitos relacionados con el aborto, pero esta cifra es una subestimación.3 No todos los abortos se catalogan como tal, ya que también se han tipificado como homicidio doloso por razón de parentesco e infanticidio, entre otras denominaciones. Por ello, conocer el número real de personas sentenciadas por aborto es difícil, aunque sin duda es mucho mayor al de los registros.
La criminalización del aborto es una afronta directa a los derechos humanos de las mujeres y personas gestantes, hace más profundas las brechas de desigualdad y destruye las vidas de las personas que abortan – generalmente personas que vienen de contextos de violencia, marginación y falta de acceso a información reproductiva.4
Por ello, la despenalización es tan importante. Despenalizar significa dejar de considerar una acción u omisión como delito. La facultad de despenalizar el aborto estaba en última instancia en manos de la Suprema Corte, ya que tiene la facultad de declarar leyes estatales y federales inconstitucionales, adecuándolas a los principios de los derechos humanos.
La Suprema Corte analizó diversos artículos constitucionales a raíz de que la Procuraduría General de la República (PGR) solicitó que se analizaran las leyes de Coahuila donde, entre otras cosas, se sancionaba con prisión a las mujeres que tuvieran un aborto y a quienes las asistieran en el proceso. Finalmente, las y los ministros decidieron, de manera unánime, que penalizar el aborto de manera absoluta es un acto que atenta contra la integridad de las mujeres y las personas gestantes. Reconocieron que el derecho a decidir en esta materia es esencial e intrínseco a toda persona y que el derecho incluye la educación sexual, acceso a anticonceptivos, reproducción asistida y la interrupción del embarazo. Dice la resolución de la SCJN:
“La dignidad humana se funda en la idea central de que la mujer y las personas con capacidad de gestar pueden disponer libremente de su cuerpo y pueden construir su identidad y destino autónomamente, libre de imposiciones o transgresiones”.5
Mencionaron que entienden que el producto también merece una protección, que aumenta mientras avanza el embarazo, pero esa defensa no puede desconocer los derechos de las mujeres y personas gestantes a la libertad reproductiva. Por ello, los códigos penales locales que no contemplan la posibilidad de abortar de manera absoluta son inconstitucionales.6
Sin embargo, la SCJN no tiene facultad para cambiar los códigos penales locales. Las leyes sobre el aborto dependen de cada congreso local y ellos son los que tienen el poder de legalizar el aborto. Por ello, el siguiente paso es modificar las legislaciones estatales para que vayan en el mismo sentido que la resolución de la SCJN, pero mientras no se concrete este proceso de homologación, muchas de las personas que deseen abortar tendrán que solicitar un amparo para no ser procesadas penalmente.7
La despenalización es un parteaguas pues sienta un piso mínimo sobre el cual legislar, pero las condiciones de tiempos, del cómo y dónde se permite abortar son decisiones que le corresponden a los estados. Y muchos de ellos aún no comienzan el proceso de modificación.
¿Qué es la legalización del aborto y qué nos falta para llegar ahí?
Despenalizar el aborto no significa garantizar el derecho a la mujeres a tener un aborto seguro. Para ello, se necesita legalizarlo. Legalizar es darle a algo un sentido legal, es decir, que las normas aprueben un cierto comportamiento. Al momento de la resolución de la SCJN, en 2021, solo la CDMX, Oaxaca, Hidalgo y Veracruz habían integrado en sus constituciones locales el derecho al aborto voluntario en las primeras 12 semanas de gestación. En el resto de los estados aún no es un servicio de salud legal.8
Pero, ¿por qué es importante lograr su legalización? Más allá de garantizar la libertad reproductiva, se busca que se legalice el aborto para lograr que su acceso sea libre, gratuito y seguro. Las barreras de acceso a un aborto seguro ponen en riesgo la vida de mujeres, adolescentes y niñas que acuden a clínicas clandestinas o practican abortos en sus casas, con métodos inseguros y sin supervisión médica profesional. Esto es un problema mayor, pues, en el mundo, 3 de cada 10 embarazos terminan en abortos y 45% de ellos se realizan en condiciones peligrosas.9
Legalizar el aborto e incluir este servicio en los sistemas de salud pública ayuda a reducir drásticamente las muertes por aborto. La media mundial se estima en una muerte por cada 100 mil abortos seguros.10 Tomando como ejemplo la Ciudad de México, antes de la creación del servicio de Interrupción Legal del Embarazo (ILE) la tasa de mortalidad por aborto era de 49 fallecimientos por cada 100 mil abortos clandestinos. Sin embargo, después de su legalización, la tasa de muertes por abortos legales bajo hasta cero.11 En total, más de 250 mil personas han sido usuarias del ILE y en los últimos años se ha reportado que ninguna ha fallecido en el proceso.12 Pero servicios como el ILE no estan disponibles en todo el país, por lo que en 2021 se calcula que hubo casi 7 mil muertes de mujeres por abortos inseguros.13
Varios países lationamericanos ya han legalizado el aborto, como Uruguay, Cuba y, recientemente, Argentina. En este último país, los abortos inseguros representaban la primera causa de muerte materna,14 practicándose entre 350 mil y 500 mil abortos clandestinos al año.15 Además, anualmente se registraban más de 70 mil nacimientos de embarazo de niñas y adolescentes de los cuales, al menos, 49 mil eran embarazos no intencionados.16 Ante este panorama, en 2020, el presidente Alberto Fernández propuso al poder legislativo modificar la ley para legalizar el aborto, declarando: “la criminalización del aborto de nada ha servido, solo ha permitido que los abortos ocurran clandestinamente en cifras preocupantes”.17
Sin embargo, no todos los países han dado pasos hacia delante en la legalización. Un claro ejemplo es lo que ocurre en Estados Unidos, donde la Corte Suprema decidió revocar su fallo que otorgaba el derecho constitucional federal al aborto, dejando la decisión de legalizarlo en manos de cada estado. Según diversos especialistas, esto es un retroceso, ya que significa que en 26 estados es seguro o al menos probable que se cambien las leyes para penalizar el aborto. Incluso el presidente Joe Biden calificó como “un trágico error” la decisión de la Corte y múltiples protestas acontecieron después del fallo.18 Las más afectadas por esta desición serán las mujeres afroamericanas y latinas –muchas de ellas en condiciones desfavorecidas– quienes tienen hasta cuatro veces más posibilidades de tener que recurrir a un aborto que las mujeres blancas del país.19
¿A quién beneficia el derecho al aborto?
Las mujeres, niñas y personas con capacidad gestante en condiciones socieconómicas precarias son las más afectadas por las restricciones al aborto. Además, son las más vulnerables a enfrentar repercusiones penales por su decisión de abortar. Organizaciones civiles han denunciado que los mismos funcionarios de las clínicas a donde acuden son los que denuncian los abortos, pero de manera selectiva, reportando principalmente a mujeres y personas gestantes que viven en pobreza, violencia, marginación y exclusión.20 Por estos motivos, la legalización del aborto sirve al menos en dos cuestiones: para salvar la vida de miles de mujeres que por falta de acceso gratuito y seguro recurren a clínicas clandestinas o en sus casas se practican abortos, y para hacer justicia a las mujeres que fueron procesadas por abortar.21
Otras investigaciones del aborto, enfocadas en Estados Unidos, demuestran que permitir el aborto también sirve para mejorar la seguridad. Los estados con mayor tasa de abortos tienen mayor reducción de la delincuencia a lo largo de los años. Concluyen que el aborto influye más en la reducción de la delincuencia que otros factores como el desempeño de la economía, el control de armas o la pena de muerte.22
Asimismo, cabe desmentir dos mitos sobre la legalización del aborto: i) que ocasionará que haya más abortos y, ii) que no tendrá limitaciones. En el primer caso, la experiencia demuestra que el derecho al aborto no implica un aumento de los abortos, pero sí una disminución en las muertes por aborto. En Estados Unidos, Canadá e incluso la Ciudad de México, después de la implementación del aborto legal y/o despenalización estos tienden a disminuir con el paso de los años en términos absolutos.23 En el segundo caso, es importante señalar que el aborto legal también tendría límites, como el número de semanas dentro de las que se puede acudir a este servicio médico (generalmente 12 semanas).24
Conclusiones
Los beneficios de brindar la opción de un aborto libre y seguro son muchos, y más cuando se requieren resolver problemas de inseguridad, pobreza y embarazos adolescentes. Si bien también necesitamos garantizar el derecho a la información de salud sexual y acceso a anticonceptivos, la prevención no puede ser la única opción que exista para las mujeres y personas gestantes. Esto, debido a que no todos los embarazos se pueden prevenir. Existen diversos factores que conllevan a embarazos no intencionales: violencia sexual y coerción reproductiva (no poder negarse a mantener relaciones sexuales), humillaciones sufridas en los servicios de salud (que desalientan a las personas a acudir a dichos servicios), estigmas sociales, pobreza y desigualdad de género.
Casi todas las muertes por abortos clandestinos se podrían prevenir con la facilitación de este servicio médico, de manera legal. El despenalizar y legalizar el aborto es cuestión de derechos humanos, no de opiniones. Como sociedad podríamos informarnos mejor y empatizar más con las condiciones que orillan a una persona a abortar, recordando que nadie aborta por gusto. Sin duda, abortar es una decisión difícil, pero debería ser derecho de todes tener la opción de un aborto seguro; es cuestión de respetar los derechos fundamentales de las mujeres y personas gestantes a la igualdad, privacidad y salud.
[1] SCJN (2021). Acción de inconstitucionalidad 148/2017
[2] Fondo María (2019) ¿Conoces la historia del aborto en México?
[3] El Financiero (2021) Las víctimas de la prohibición del aborto
[4] GIRE (2018) Maternidad o castigo
[5] Op. Cit. SCJN (2021)
[6] Ibid.
[7] Ríos, Viri (2021) Los cabos sueltos de la despenalización del aborto Expansión Política
[8] Castañeda, María Julia (2021) Mapa de la despenalización del aborto en México. El País
[10] Semujeres (2019) CDMX continúa con cero muertes maternas por aborto en servicios públicos
[11] Ginecafem (2021) CDMX registra mortalidad cero con aborto legal
[12] Gobierno de la Ciudad de México (2022) Interrupción Legal del Embarazo (ILE) Estadísticas abril 2017- 31 agosto 2022
[13] Goméz, Carolina (2022) Contabilizan más de 6 mil muertes de mujeres por aborto. La Jornada
[14] DW (2021) Argentina y el aborto legal: el miedo a la estigmatización desaparece
[15] Pardo, Daniel (2020) Aborto en Argentina: 3 claves que explican por qué esta vez sí se aprobó. BBC Mundo
[16] UNFPA (2022) Casi la mitad de todos los embarazos son no intencionales, una crisis mundial
[17] Op. Cit. Pardo (2020)
[18] BBC Mundo (2022) Aborto en Estados Unidos: la Corte Suprema deroga Roe vs Wade
McCleary, Kelly y Yan, Holly (2022) Se extienden las protestas por Estados Unidos después de que la Corte Suprema anulara el derecho al aborto
[19] Attiah, Karen (2022) Con el colapso del derecho al aborto en Estados Unidos… The Washington Post
[20] Velazquez, Kennia (2019) Las mujeres más pobres, a las que más acusan y estigmatizan por abortar. Animal Político
[21] La Corte ha señalado que en este caso la ley es retroactiva por el principio pro persona. Las personas que han sido encarceladas pro el delito de aborto deberían ser liberadas.
[22] Freakconomics (2022) Abortion and crime (revisited, update)
[23] REDAAS (2020) El aborto en Cifras
[24] Semujeres. Interrupción Legal del Embarazo (ILE)
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